Cuando comenzó la llamada "era Farías" en la selección venezolana, luego de la esperada renuncia de Richard Paez como D.T. nacional (tema del que no quise escribir para no entrar en polémicas), mi posición ante este nuevo proceso fue siempre la de mantenerme cauteloso y esperar a que los resultados llegaran; pero tras el partido amistoso ante la selección Colombia en suelo neogranadino, en el que la selección mostró una terrible cara, pensé que los resultados no acompañarían a César y sus muchachos, pero que era un proceso necesario para afrontar un relevo generacional que en la mayoría de los países suramericanos que han experimentado tener una denominada "generación de oro" ha tardado varios lustros (caso Colombia), y en otros casos esa renovación nunca ha llegado (caso Bolivia); aún así preferí esperar.
César empezó a cerrar bocas de quienes se atrevieron a decir que "la selección le queda grande" al cumanés, así como a aclarar dudas -incluyendo las mías- y demostrar que nuestro fútbol tiene un crecimiento real, que no vamos a pasar sólo por tener una "generación de oro" para luego desaparecer del mapa futbolístico mundial. Rescato la victoria ante 2-0 Brasil en Boston -importante en lo anímico-, pero más el empate a 1 en el Centenario de Montevideo ante Uruguay, porque es un partido oficial ante un rival directo, y de allí rescato también la frase en el post partido de César, quien le respondió a un colega periodista Uruguayo que "ya no somos más sorpresa" y que estamos para "pelear de tú a tú con quien sea (...) no digo que no vayamos a perder, somos vulnerables a cualquier resultado incluso en algún momento a recibir una goleada, pero también podemos propinarla".
Me parece que esta declaración de Farías es tan contundente, que entierra el fantasma de Richard Paez y el mito de que sin él la selección iba a caer en un abismo; lo que nos deja en sus palabras el cumanés es un verdadero llamado de atención para las selecciones de Conmebol señores está es Venezuela y hay que respetarla.
En suelo charrúa se hizo lo que se tenía que hacer, ahora es tiempo de que se logre en Pto. La Cruz lo que no se pudo en San Cristóbal en las eliminatorias pasadas ante Chile, un rival que siempre se nos ha complicado, pero al que hay que arropar no solo en la cancha sino desde las tribunas. Hay que hacer que el calor oriental sea un factor que juegue en contra de los australes y la gente tiene que ayudar con eso.
Por ahora, César y su sistema de juego están pasando la prueba y nos está enseñando que las pruebas en Maturín y Pto. La cruz nos permitieron descubrir jugadores claves para la selección como Tomás Rincón, Pedro Boada y Gerson Chacón... Buena calificación para César y su equipo técnico, ahora solo queda la pregunta ¿Podremos soñar con la fase final en el continente negro?
Amanecerá y veremos...
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